Hoy miré a lo lejos mis entrañas...
Te encontrabas tú escurridiso de tu sombra.
Pequeño, distante en un istante.
Tan senil como siempre...
Tan eterno como nunca...
Hoy te miré a lo lejos en mi cabeza.
Estabas matando a un par de sentimientos...
manipulando mis acciones..
Y mis pensamientos..
Tan tú como ahora.
Hoy te miré a lo lejos en mi carne.
Corriste huyendo de un supuesto destino.
dijiste que no regresarias.
Tan triste de ser eterno...
En mis entrañas, en mi cabeza y en mi carne.