martes, 4 de mayo de 2010

Sátira del suicidio romantico.


Hoy miré a lo lejos mis entrañas...

Te encontrabas tú escurridiso de tu sombra.

Pequeño, distante en un istante.

Tan senil como siempre...

Tan eterno como nunca...



Hoy te miré a lo lejos en mi cabeza.

Estabas matando a un par de sentimientos...

manipulando mis acciones..

Y mis pensamientos..

Tan tú como ahora.


Hoy te miré a lo lejos en mi carne.

Corriste huyendo de un supuesto destino.

dijiste que no regresarias.

Tan triste de ser eterno...

En mis entrañas, en mi cabeza y en mi carne.