viernes, 1 de mayo de 2009

6/6/6


6 de Junio del 2006

Tristemente …

Llega la noche y me pone una venda en los ojos
Me abundan las ganas de llorar
Y al momento en que mi piel palidece
Mis lágrimas son mi propia sangre...
De mi boca sale fuego
Y en mis manos cargo un par de dagas
Todo me parece mentira, todo me parece un engaño
Todo me parece desvanecerme en el suelo,
Se deteriora la sangre de mis venas
Como si fueran edemas por debajo de la carne.
Por debajo de la piel como una enfermedad,
Me envuelve una rosa roja de tristeza
Temprano en la mañana, cae la venda de mis ojos
He dejado de llorar, me he cansado de hacerlo
Mis lágrimas se han secado...
Mi boca se ha quemado, ya no podre llamarte
Desconsoladamente
Con devoción las dagas toman un lugar en mi corazón.