jueves, 16 de septiembre de 2010

Popurri.

No creo en la deliverada necesidad de salvarte, pero sí encuentro como parte de mi transpasar cada uno de los caminos establecidos.
Sin lograr comprender que en realidad es un laberinto, del cual no busco la salida, si no, como entrar sin salir.

Hoy me diste un poco de esperanza, algo de color y tiempo sobre el límite. Si mis instintos no me engañarán ésta vez, las cosas serían muy diferentes.
Tengo miedo de ser aire, y me respires para siempre; aunque no tenga nada que perder.

Quizá ahora tenga que comprender, que sólo espero que el faltante de aire recupere esencias perdidas.
Quizá imposible de lograr, pero aún tengo un trozo de soledad y melancolía.

¡Tomame
de nuevo por el cuello!